La narración
La narración
desde un punto de vista etimológico tiene que ver con el conocimiento y la
experiencia vinculándolo entre sí; por un lado el conocimiento que se adquiere
a través de la experiencia y por otro el conocimiento que se transmite a partir
de ella.
Para el psicólogo
Jerome Bruner los seres humanos interpretamos y pensamos los conocimientos de manera narrativa al
tratarse de nuestra vida y de la vida de los demás; cuando algo sucede que hace
actuar a las personas contra sus deseos se interpreta como locura creando así
un relato que explique las razones de ese comportamiento ya que los deseos según
Bruner tienen coherencia entre si ya que los seres humanos por naturaleza no
deseamos o creemos en cosas contradictorias porque rompe la coherencia. Dentro
de lo que Bruner denomina psicología intuitiva las personas son pensadas como
actores que actúan movidos por metas y objetivos.
Vladimir
Propp, hace una apreciación a los cuentos tradicionales rusos dentro de los
cuales se repite la misma estructura la cual lleva el mismo esqueleto y
secuencia de situaciones, lo que según él logra una mejor memorización para el
lector. Esta estructura en la narración se dio debido al recuerdo de un antiguo
ritual el cual una vez que fue abandonado su recuerdo permaneció en la
estructura del cuento.
A partir de
1960 se comenzó a cuestionar las historias para los chicos ya que el contenido
de crueldad y violencia era muy alto. El historiador Robert Darnton lo recalca
en una comparación que hace entre los cuentos de hadas y las versiones orales
de los vecinos franceses destacando el nivel de violencia, crueldad y sexo enfatizando
en la relación entre lo que sucede dentro de los cuentos con la realidad social
de la época y todo dependiendo del lugar donde fue desarrollado el cuento diferenciándolos
con relación a la idiosincrasia del pueblo creando según Darnton una enseñanza
moral o una advertencia.
Con relación
a las buenas narraciones el filosofo Walter Benjamin considera que no
interpretan los hechos que narran, sino que se limitan a contar y que el
receptor extraiga su propia enseñanza logrando así que sobrevivan al tiempo y
que cada vez que alguien diferente las escucha o las lee le dé un sentido
diferente.
Trama narrativa o causal
La sucesión
de hechos en una historia es lo que conforma la trama narrativa llevándolos a
las causas y consecuencias es lo que sostiene el historiador Hayden White. Toda
narración se hace desde un lugar donde se ubica el historiador para poder jerarquizarlos
y lograr una trama narrativa con ellos, lo que lleva a una interpretación y un análisis
de las consecuencias que los convierten en un hecho causal. La evaluación que
hace el que escribe la historia es lo que deriva a las consecuencias del hecho
en sí para la cultura convirtiéndolo en trama.
El narrador y sus tipos
A diferencia
del narrador el autor es una persona de carne y hueso la cual una vez que el
texto es leído desaparece; lo contrario al narrador (creado por el autor) el
cual es parte de la ficción y es quien enuncia el relato convirtiéndose en la “voz”
que narra. El narrador no representa un personaje y no coincide con el ya que
eso sería atribuirle la narración al autor.
Hay dos tipos
de narrador:
·
- Narrador en primera persona: nacen a partir
de las novelas en las cuales el narrador participa de los hechos contando su
historia e interviniendo en ella.
- · Narrador en tercera persona: esta
fuera de los hechos que narra, las cosas que cuenta les suceden a otros.
Subjetividad en la narración
Lo que había
en el cuento de tradición oral antiguamente eran actantes, personajes que encarnaban acciones pero de los que no se conocía
mucho con respecto a su vida y sus pensamientos, dejando a la subjetividad del
personaje a un lado. Con el paso a la ficción escrita esta característica cambia
en especial en la novela, dando paso a personajes que adquieren distintas
cualidades dándoles tal subjetividad que los conflictos externos se vuelven
internos.
Dentro de la
literatura del siglo XX aparecieron diferentes procedimientos y técnicas para
representar la subjetividad como lo es el monólogo
interior, el cual representa el fluir de la conciencia y de los
pensamientos del personaje.
La aparición
del narrador en primera persona también es importante ya que permite contar de
manera personal el mundo interior del personaje. Otro procedimiento es el de la
visión o del punto de vista, el cual es un juego con el que se logra ver la
perspectiva de un personaje permitiendo al lector integrarse en el análisis de
la visión y hechos del personaje. La ficción se ocupa de dar un peso mayor al
interior de los personajes al subjetivizarse cada vez más, esto se da a medida
que se va acercando la narrativa contemporánea.
Funciones que aparecen en la narración según Roland Barthes y Ricardo Piglia
Para Barthes
todo relato es funcional en el cual la función es la relación entre dos términos
(todo elemento que aparece en el relato tiene un correlato). Existen dos tipos
de función:
·
- Funciones cardinales o núcleos:
acciones que se vinculan en la trama causal. Forman el esqueleto, son la
estructura básica del relato. Causa y consecuencia de otras acciones. Los núcleos
son los que hacen avanzar el relato formando una secuencia.
- · Catálisis: entre los núcleos se puede
insertar otras acciones menores, secundarias o descripciones que no tienen la misma importancia que las
funciones cardinales; estas demoran el relato creando suspenso.
Barthes
denomina indicios a las descripciones que ayudan a caracterizar indirectamente
a los personajes; como por ejemplo una conversación telefónica en la cual el personaje
al atender el teléfono crea un núcleo narrativo dando paso a la conversación
que va a ser una función cardinal. Las acciones secundarias serian las que se
desarrollan durante aquella conversación como tomar un trago, fumar un
cigarrillo etc. caracterizando de diferente manera al personaje, esto es
llamado catálisis; se podrían omitir estas acciones y aun así el relato no perdería
el hilo.
Por otro lado
Ricardo Piglia propone un relato con dos historias desenganchadas, las cuales
responden a una lógica diferente, es así que dice que lo que pasa es que hay
historias diferentes: una es la visible y otra la secreta. La historia secreta
es contada de manera enigmática, hay autores que nunca la llegan a contar, es
parte del lector imaginarla y darle sentido al relato; siendo esta la narrada la
historia contada y siendo el lector el que se ocupa de imaginar la historia
secreta. Piglia también menciona a Borges sobre el cual dice que su historia
secreta es siempre la misma, lo único que cambia es el género.
Pacto entre lector-autor y concepto de verosimilitud en la narración
El pacto
existente entre el narrador y el lector es llamado pacto ficcional, en el cual el actor acepta que lo que está leyendo
son hechos imaginarios pero al mismo tiempo suspende la incredibilidad dejándose
llevar por el relato y emitiendo cualquier tipo de juicio sobre si lo que lee podría
ser verdad o no, de la misma manera pasa con el autor el cual finge que los
hechos contados por el ocurrieron pero siendo al mismo tiempo ambos consientes
de lo imaginario del relato. En el mundo de la ficción hay detalles que se
dejan de contar, cuando esto sucede el lector tiene en cuenta que estos detalles
se suplen con elementos del mundo real siguiendo un esquema en el que la
ficción no explicita se presupone a lo equivalente en la realidad.
Dentro del pacto ficcional no es válido preguntarse
si los hechos ocurrieron o no pero si es válido preguntarse sobre la verosimilitud de lo narrado lo que lleva
al campo de la argumentación. Lo verosímil es lo que parece verdadero por que
se ajusta a lo que el medio considera como verdad generalizada entrando así al
campo del sentido común dentro del cual cada género ficcional tiene su propio
criterio sobre la verdad.
Romanticismo en el realismo y en la actualidad
Dentro de la descripción la manera en la que se presentan los elementos
es elección del que describe. En general la descripción proviene del análisis descomponiendo
el objeto en elementos atribuyéndole cualidades, rasgos y propiedades pero el
orden en el que se presentan puede variar. Cuando la denominación del objeto no
aparece, la descripción toma rasgos de adivinanza formándose una especie de
acertijo. La poesía contiene un recurso que se denomina anáfora en el cual dentro del poema la descripción se presenta como
una enumeración seguida de una predicación metafórica. La recursividad es otra característica
de la descripción donde se repite la misma estructura y donde se describe el
objeto en partes transformando a estas partes en otra nueva descripción. Con el
avance de la descripción se presentó el peligro de amenaza ante la unidad y la
inteligibilidad del discurso; al ser demasiado larga la descripción los
lectores se desconcentraban y distraían llevando a ser considerada como un
adorno.
Los románticos se valen de la descripción para representar estados de ánimo
como por ejemplo el uso de la metonimia, que
es una figura retórica de desplazamiento por contigüidad.
Por otro lado el realismo utiliza la descripción para producir un efecto
de realidad; Stendhal, Flaubert, Balzac, Tolstoi, utilizan descripciones
extensas con muchos detalles descriptivos que aparentemente son inútiles pero
crean al lector una ilusión de realidad dentro del relato.
BIBLIOGRAFÍA
Alvarado, M y
Yeannotegui, A. (2000). “Capitulo 3: La narración”, en La escritura y sus
formas discursivas. Eudeba, Bs.
As. (pág 37-58).