miércoles, 19 de octubre de 2011

guía de lectura 2


 La narración

La narración desde un punto de vista etimológico tiene que ver con el conocimiento y la experiencia vinculándolo entre sí; por un lado el conocimiento que se adquiere a través de la experiencia y por otro el conocimiento que se transmite a partir de ella.

Para el psicólogo Jerome Bruner los seres humanos interpretamos y pensamos  los conocimientos de manera narrativa al tratarse de nuestra vida y de la vida de los demás; cuando algo sucede que hace actuar a las personas contra sus deseos se interpreta como locura creando así un relato que explique las razones de ese comportamiento ya que los deseos según Bruner tienen coherencia entre si ya que los seres humanos por naturaleza no deseamos o creemos en cosas contradictorias porque rompe la coherencia. Dentro de lo que Bruner denomina psicología intuitiva las personas son pensadas como actores que actúan movidos por metas y objetivos.


Vladimir Propp, hace una apreciación a los cuentos tradicionales rusos dentro de los cuales se repite la misma estructura la cual lleva el mismo esqueleto y secuencia de situaciones, lo que según él logra una mejor memorización para el lector. Esta estructura en la narración se dio debido al recuerdo de un antiguo ritual el cual una vez que fue abandonado su recuerdo permaneció en la estructura del cuento.


A partir de 1960 se comenzó a cuestionar las historias para los chicos ya que el contenido de crueldad y violencia era muy alto. El historiador Robert Darnton lo recalca en una comparación que hace entre los cuentos de hadas y las versiones orales de los vecinos franceses destacando el nivel de violencia, crueldad y sexo enfatizando en la relación entre lo que sucede dentro de los cuentos con la realidad social de la época y todo dependiendo del lugar donde fue desarrollado el cuento diferenciándolos con relación a la idiosincrasia del pueblo creando según Darnton una enseñanza moral o una advertencia.


Con relación a las buenas narraciones el filosofo Walter Benjamin considera que no interpretan los hechos que narran, sino que se limitan a contar y que el receptor extraiga su propia enseñanza logrando así que sobrevivan al tiempo y que cada vez que alguien diferente las escucha o las lee le dé un sentido diferente.


Trama narrativa o causal


La sucesión de hechos en una historia es lo que conforma la trama narrativa llevándolos a las causas y consecuencias es lo que sostiene el historiador Hayden White. Toda narración se hace desde un lugar donde se ubica el historiador para poder jerarquizarlos y lograr una trama narrativa con ellos, lo que lleva a una interpretación y un análisis de las consecuencias que los convierten en un hecho causal. La evaluación que hace el que escribe la historia es lo que deriva a las consecuencias del hecho en sí para la cultura convirtiéndolo en trama.


El narrador y sus tipos


A diferencia del narrador el autor es una persona de carne y hueso la cual una vez que el texto es leído desaparece; lo contrario al narrador (creado por el autor) el cual es parte de la ficción y es quien enuncia el relato convirtiéndose en la “voz” que narra. El narrador no representa un personaje y no coincide con el ya que eso sería atribuirle la narración al autor. 


Hay dos tipos de narrador:
·      

  •        Narrador en primera persona: nacen a partir de las novelas en las cuales el narrador participa de los hechos contando su historia e interviniendo en ella.
  • ·     Narrador en tercera persona: esta fuera de los hechos que narra, las cosas que cuenta les suceden a otros.
Subjetividad en la narración


Lo que había en el cuento de tradición oral antiguamente eran actantes, personajes que encarnaban acciones pero de los que no se conocía mucho con respecto a su vida y sus pensamientos, dejando a la subjetividad del personaje a un lado. Con el paso a la ficción escrita esta característica cambia en especial en la novela, dando paso a personajes que adquieren distintas cualidades dándoles tal subjetividad que los conflictos externos se vuelven internos.


Dentro de la literatura del siglo XX aparecieron diferentes procedimientos y técnicas para representar la subjetividad como lo es el monólogo interior, el cual representa el fluir de la conciencia y de los pensamientos del personaje.


La aparición del narrador en primera persona también es importante ya que permite contar de manera personal el mundo interior del personaje. Otro procedimiento es el de la visión o del punto de vista, el cual es un juego con el que se logra ver la perspectiva de un personaje permitiendo al lector integrarse en el análisis de la visión y hechos del personaje. La ficción se ocupa de dar un peso mayor al interior de los personajes al subjetivizarse cada vez más, esto se da a medida que se va acercando la narrativa contemporánea.


Funciones que aparecen en la narración según Roland Barthes y Ricardo Piglia


Para Barthes todo relato es funcional en el cual la función es la relación entre dos términos (todo elemento que aparece en el relato tiene un correlato). Existen dos tipos de función:
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  •   Funciones cardinales o núcleos: acciones que se vinculan en la trama causal. Forman el esqueleto, son la estructura básica del relato. Causa y consecuencia de otras acciones. Los núcleos son los que hacen avanzar el relato formando una secuencia.
  • ·    Catálisis: entre los núcleos se puede insertar otras acciones menores, secundarias o descripciones que no tienen la misma importancia que las funciones cardinales; estas demoran el relato creando suspenso.
Barthes denomina indicios a las descripciones que ayudan a caracterizar indirectamente a los personajes; como por ejemplo una conversación telefónica en la cual el personaje al atender el teléfono crea un núcleo narrativo dando paso a la conversación que va a ser una función cardinal. Las acciones secundarias serian las que se desarrollan durante aquella conversación como tomar un trago, fumar un cigarrillo etc. caracterizando de diferente manera al personaje, esto es llamado catálisis; se podrían omitir estas acciones y aun así el relato no perdería el hilo.


Por otro lado Ricardo Piglia propone un relato con dos historias desenganchadas, las cuales responden a una lógica diferente, es así que dice que lo que pasa es que hay historias diferentes: una es la visible y otra la secreta. La historia secreta es contada de manera enigmática, hay autores que nunca la llegan a contar, es parte del lector imaginarla y darle sentido al relato; siendo esta la narrada la historia contada y siendo el lector el que se ocupa de imaginar la historia secreta. Piglia también menciona a Borges sobre el cual dice que su historia secreta es siempre la misma, lo único que cambia es el género.


Pacto entre lector-autor y concepto de verosimilitud en la narración


El pacto existente entre el narrador y el lector es llamado pacto ficcional, en el cual el actor acepta que lo que está leyendo son hechos imaginarios pero al mismo tiempo suspende la incredibilidad dejándose llevar por el relato y emitiendo cualquier tipo de juicio sobre si lo que lee podría ser verdad o no, de la misma manera pasa con el autor el cual finge que los hechos contados por el ocurrieron pero siendo al mismo tiempo ambos consientes de lo imaginario del relato. En el mundo de la ficción hay detalles que se dejan de contar, cuando esto sucede el lector tiene en cuenta que estos detalles se suplen con elementos del mundo real siguiendo un esquema en el que la ficción no explicita se presupone a lo equivalente en la realidad.


Dentro del pacto ficcional no es válido preguntarse si los hechos ocurrieron o no pero si es válido preguntarse sobre la verosimilitud de lo narrado lo que lleva al campo de la argumentación. Lo verosímil es lo que parece verdadero por que se ajusta a lo que el medio considera como verdad generalizada entrando así al campo del sentido común dentro del cual cada género ficcional tiene su propio criterio sobre la verdad.


Romanticismo en el realismo y en la actualidad


Dentro de la descripción la manera en la que se presentan los elementos es elección del que describe. En general la descripción proviene del análisis descomponiendo el objeto en elementos atribuyéndole cualidades, rasgos y propiedades pero el orden en el que se presentan puede variar. Cuando la denominación del objeto no aparece, la descripción toma rasgos de adivinanza formándose una especie de acertijo. La poesía contiene un recurso que se denomina anáfora en el cual dentro del poema la descripción se presenta como una enumeración seguida de una predicación metafórica. La recursividad es otra característica de la descripción donde se repite la misma estructura y donde se describe el objeto en partes transformando a estas partes en otra nueva descripción. Con el avance de la descripción se presentó el peligro de amenaza ante la unidad y la inteligibilidad del discurso; al ser demasiado larga la descripción los lectores se desconcentraban y distraían llevando a ser considerada como un adorno.


Los románticos se valen de la descripción para representar estados de ánimo como por ejemplo el uso de la metonimia, que es una figura retórica de desplazamiento por contigüidad.


Por otro lado el realismo utiliza la descripción para producir un efecto de realidad; Stendhal, Flaubert, Balzac, Tolstoi, utilizan descripciones extensas con muchos detalles descriptivos que aparentemente son inútiles pero crean al lector una ilusión de realidad dentro del relato.

BIBLIOGRAFÍA


Alvarado, M y Yeannotegui, A. (2000). “Capitulo 3: La narración”, en La escritura y sus formas discursivas. Eudeba, Bs. As. (pág 37-58).

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